Lágrimas de jamón



Sufrías porque querías.

Te había dejado libre.

Podías escapar.

Pero no.

Te quedaste conmigo.

Entonces continué con la tortura.

Haciéndote llorar esas lágrimas de empanada de jamón y queso.

Eras mi comida predilecta.

La más rica.

Mía.

Solo mía.


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