Cada horno es un templo

El proceso de cocción de una empanada encierra un rito secreto, sagrado y sincrético.

Desde los tiempos de Ricardo III, hasta la presente época, los cocineros han protegido meticulosamente los arcanos empanadísticos. Los que intentaron difundirlo... han fenecido.

La morcilla comprende que cocinar es un acto alquímico: partir de la impureza de los materiales hasta obtener la Piedra Filosofal.

En su viaje a Chile, sacó estas intrigantes fotografías, de miembros del culto.




Comentarios

  1. Todavía recuerdo la vez que descubrí el maravilloso mundo de las empanadas y sus millonésimas posibilidades... No fue hace mucho, unos dos años...

    Hay tantos rellenos de empanada como potenciales alimentos en el mundo.

    No he conocido un cultor de estas delicias tan empecinado como usted, don Vul: El Dean Corso de la empanada.

    ResponderEliminar
  2. Mina:

    Tengo escrita la "Biblia de las Empanadas", un extenso tratado culinario-metafísico.

    ¿Qué más decir sobre las empanadas?

    Ellas son metáforas del hombre: distintos rellenos, pero la misma entidad.

    El repulgue, el olor, la cocción.

    Placeres más allá de nuestra comprensión.

    ¡Gracias por pasar!

    Vul

    ResponderEliminar
  3. Paco:

    Existe el "Caudillo Empanada", cuyo nombre fue Bittorio Da Sika, gran líder empanadístico.

    Gracias por pasar!
    Vul

    ResponderEliminar
  4. que brillante nariz de empanada
    que me encandila

    ResponderEliminar

Publicar un comentario